Todos hemos visto los dibujos animados. Un personaje loco, sacudiendo sus brazos y brincando a un lago para escapar de un enjambre de abejas.
Debido a que los enjambres de abejas africanas se han estado esparciendo más al norte de los Estados Unidos, les daremos un consejo: manténgase lejos del agua.
“Ahí las abejas te esperarán hasta que salgas a respirar”, dice Reed Booth.
Booth, también conocido como el exterminador de abejas es el dueño de la tienda de miel de abejas asesinas en Bisbee y Tombstone, Arizona.
Él está constantemente en guardia, listo para asistir a múltiples agencias de seguridad pública y acudir a las situaciones relacionadas con abejas y además, es un buen tiempo para estar en este negocio.
Luisa Valencia, quien forma parte del departamento de aguaciles del Condado Cochise, comenta que durante esta temporada de abejas, la cual es de mayo a octubre, las llamadas relacionadas con ataques de abejas han sido inusualmente altas. Todo este tipo de llamadas hechas al departamento de aguaciles, se le dirigen a Booth.
A él es a quien siempre recurren con respecto a las llamadas sobre abejas en el Condado Cochise y ha estado ocupado
Este año la población de las abejas africanizadas agresivas ha estado incrementando por lo menos mil por ciento en Arizona, comentó Booth. Por lo general, Booth recibe un promedio de 5 a 10 llamadas diarias.
En un punto determinado de esta temporada, recibía entre 30 a 50 llamadas diarias, un número asombroso en todos sus 30 años de experiencia.
“Siempre es un buen tiempo para los negocios con la abeja africanizada”, dijo Booth.
La población de abejas incrementó bastante y nadie sabe por qué. Algo inexplicable pasó a finales de marzo, dijo Booth y el número de enjambres ha incrementado en “dimensiones bíblicas” y las abejas empiezan a establecer récords.
“Esto nunca antes había pasado”, dijo Booth “Ha explotado una bomba, una bomba de abejas. Los exterminadores están viendo alrededor de 20 a 40 porciento más enjambres de lo que antes habían visto, dijo Booth. En Arizona actualmente se estima que la población de abejas es de 4 a 8 millones de enjambres y cada enjambre tiene entre 7 mil a 10 mil abejas.
Y son bastante malas.
Se les conoce religiosamente como las abejas asesinas. Esta especie hibrida se caracteriza porque defiende su colmena incansablemente cuando son molestadas, atacando ferozmente a cualquier cosa o cualquiera que se les ponga en su camino.
Incluso se sabe que también atacan a los objetos inanimados tal como llantas y postes telefónicos.
El diseño de su aguijón permite que el veneno permanezca en su presa mientras que la propia abeja se desentraña a si misma durante su lucha suicida por escapar volando. Durante esta lucha, el veneno continúa extrayéndose del saco y transfiriéndolo dentro de la víctima.
Sin embargo, lo que le da la famosa reputación a la abeja asesina no es su veneno ni su cuerpo. De hecho, las abejas asesinas producen un poco menos veneno comparadas con las abejas comunes. Incluso, el aguijón de ambas abejas funciona de la misma manera.
Lo que les ha dado el nombre de asesinas es su actitud violenta al defender su territorio, su búsqueda incesante y su lucha feroz hasta el punto de dar su propia vida por defender su territorio.
Una vez que una abeja asesina pica, el veneno inyectado emite feromonas causando que ataque el enjambre entero. Solamente toma unos segundos para que todo el enjambre llegue y ataque.
La abeja africana es una mutación hibrida considerada una de la especie más exitosa en invadir alrededor del mundo entero. Se originó en Brasil, donde un científico llamado Warwick Kerr se interesó en importar abejas africanas con fin de estudiarlas.
Kerr pidió al gobierno brasileño que le permitiera importar abejas africanas y se le concedió su deseo.
Las abejas africanas fueron importadas a Sudamérica por dos razones, dijo Reed. Primeramente porque son excelentes productoras de miel ya que producen dos veces más miel que además es el doble de dulce en comparación con las abejas europeas.
También fue por su fuerza física, por su habilidad de sobrevivir en ambientes rigurosos y por su resistencia contra la enfermedad en comparación a las abejas europeas las cuales son más enfermizas. La esperanza era que las abejas africanas se podían reproducir con otra especie para así poder incrementar la polinización en el cultivo.
Sin embargo, un día en el año de 1957, 26 enjambres de abejas africanas accidentalmente se escaparon de cautiverio.
Las abejas africanas aprovecharon de su libertad y se reprodujeron con las abejas europeas que habían a su alrededor, y fue así como se produjo una nueva especie Apismelliferascutellata Lepeletier.
Más bien conocida como “la abeja asesina”.
Booth se asegura de aclarar que las abejas africanas no son agresivas, como tampoco lo son las abejas europeas.
Es su cría, la abeja africanizada o abeja asesina, la que tiene un temperamento rabioso. Reed les informa a las personas que los ataques en enjambres son 10 veces peor a cómo lo pintan las películas de Hollywood.
Desde entonces, la especie hostil ha dominado hasta el norte, finalmente cruzando la frontera hacia el sur de Arizona en 1993.
Se estima que hay 4 colmenas en el sureste de Arizona, dijo Booth, cada una de ellas con un promedio de 60 mil abejas. Y cada colmena puede producir hasta 60 enjambres por año.
Mientras los enjambres buscan un lugar para construir su colmena, se juntan a descansar en grandes grupos sobre las ramas.
Las abejas en reposo que se encuentran en hogares establecidos por lo general son dóciles. Pero este año, el personal de auxilio han sido testigos de un gran aumento respecto a su agresividad aun cuando están en reposo, dijo Reed.
El peligro es cuando se asume que las abejas están en estado de calma pero en realidad pueden atacar en segundos.
Hay más probabilidades que las abejas africanizadas se establezcan en lugares inesperados comparadas con las abejas europeas. Debido a sus bajos estándares, las abejas africanizadas construyen sus viviendas cerca de las zonas residenciales o de negocios.
Booth provee dos razones de porqué las abejas atacan. La primera es la ignorancia de que una abeja o colmena se encuentre cerca y alguien accidentalmente provoca el enjambre.
Y la segunda es que “la gente es muy tonta”, dijo Booth.
Él recomienda que una colmena se remueva solamente por profesionales con el entrenamiento apropiado. A mucha gente le pican las abejas porque tratan de deshacerse del problema ellos mismos, sin ayuda profesional.
Y estas abejas son muy resistentes. Booth menciona un gran ejemplo de esta resistencia, describe a una cliente quien tenía una colmena de abejas asesinas establecida en la defensa de su auto.
Finalmente acudió a Booth después de tratar de deshacerse de las abejas ella misma, manejando a una velocidad de 80 millas por hora en la autopista en tres diferentes ocasiones. Las abejas no cedieron.
Cada vez que Booth acude a una llamada de abejas, siempre existe la posibilidad de que le piquen, aun con su traje específicamente diseñado contra abejas y sí que duele.
“Si me pican en mi brazo, lloro como una niñita” dijo Booth. “Con mi traje soy Superman. Sin el soy una niñita”.
Las abejas son capaces de penetrar la máscara del traje, y una vez que las feromonas del veneno se desprenden en el aire (que de acuerdo a Booth huelen “sexy”) el enjambre llega rápido y es entonces que se desliza del caos, dijo Booth.
“Si tan solo las feromonas no hiciesen que las abejas atacaran hasta querer matar, haría un perfume de ellas”, dijo Booth.
La primera pregunta que Booth hace al llegar a una escena es: ¿Ya le picaron a alguien?
Si les pican las abejas a los dueños del hogar, Reed les advierte que no se acerquen a las abejas durante una semana, ya que el veneno circula el cuerpo de la victima por 7 días lo cual puede causar que las abejas vuelvan a atacar a las persona.
Cada picadura de abeja hace a la persona más vulnerable al veneno de la abeja. Una reacción fisiológica al veneno puede causar una falla de órganos, dijo Booth. A él le han picado miles de veces.
El veneno no solamente es malo, dijo Booth. Tiene uso para tratar la artritis y la esclerosis múltiple.
La persona común es capaz de sobrevivir quince picaduras por cada libra de su peso corporal, dijo Booth. Sin embargo, también una sola picadura puede matar a alguien.
El Departamento de Agricultura recomienda que para sobrevivir un ataque de abeja se cubra la cara, la cabeza, y el cuello y que corra lo más rápido posible en una línea recta lejos de las abejas.
El departamento también aconseja que no trate de ayudar a alguien que está siendo atacado. Mejor corra a buscar refugio en un edificio o en un vehículo y llamar al número de emergencias inmediatamente.
Las abejas que no responden al humo calmante no pueden salvarse para una futura liberación. Él lava a presión decenas de miles de abejas con agua caliente y jabón, matando a las agresores instantáneamente y con humanidad.
Ya cuando se disminuye el enjambre, las abejas se dan por vencidas y forman un pequeño grupo de lo que antes era un ejército enorme.
Es entonces que “El Exterminador” se pone a trabajar. Extrayendo alrededor de 20 libras de miel por trabajo, sin embargo, ya ha estado en el negocio lo suficiente para poder extraer centenas de libras de miel de un mismo sitio.
Booth dice que a la miel se le refiere como “vómito de abeja”. Esto se debe a que el néctar viene del estomago de la abeja y se intercambia centenas de veces entre ellas mismas. Cada vez que se intercambia, se mezcla con una enzima lo cual resulta en la producción de miel.
Casi todas las abejas usadas en la agricultura son africanizadas, dijo Booth. Y las personas saben que existen beneficios al tener un enjambre cerca, puesto que estas abejas son las que polinizan el cultivo. Sin embargo, Booth colaboro con las autoridades para poder escribir una ley en Arizona que declare ilegal el tener un enjambre dentro del perímetro de una ciudad o de un pueblo.
Al remover un enjambre, Booth trata de salvar todas las abejas que sea posible para que después las pueda liberar en zonas deshabitadas donde puedan polinizar. Y después usa recetas para agregar sabor a la miel que después vende.
“Estas abejas son bastante resistentes. Y el hecho de que se enjambran demasiado, es tanto una bendición como también una maldición”, dijo Booth. “Están haciendo su trabajo respecto a la polinización, pero son bastante malas”.
McKinzie Frisbie es una reportera para Arizona Sonora News, un servicio de la Escuela de Periodismo en la Universidad de Arizona. Póngase en contacto con ella en mckinzief@email.arizona.edu.
Traducido por Maritza Flores Campuzano