¿Pueden los humanos cultivar comida en Marte de la misma manera que el personaje de Matt Damon, en la película nueva de “Marte: Operación rescate”?
Los científicos de la Universidad de Arizona dicen que sí, pero no necesariamente como lo hizo el héroe de la historia, Mark Watney. Los investigadores de la universidad han trabajado por años en modos para que un hábitat en Marte sea una realidad.
Gene Giacomelli, el director del Centro Agrícola del Medioambiente Controlado en la Universidad de Arizona, realiza investigaciones que se enfocan en cultivar frutas y vegetales en invernaderos, incluyendo esos que estimulan el medioambiente que pueden ser encontrados en la luna y en Marte. Según él, sería posible producir suficiente comida en Marte, aproximadamente la mitad de las calorías que una persona necesitaría diariamente. El resto se tendrá que llevar como la harina de maíz, la harina o el arroz.
La solución más elegante que han tenido los científicos es de crear un invernadero que llegaría antes de que los astronautas llegaran, se construiría así mismo y empezaría a cultivar plantas y a purificar el agua, “es como como comer una buena ensalada al aterrizar”, mencionó Giacomelli. “Supongo que es un viaje largo para una ensalada”.
Muchas de sus investigaciones se pueden aplicar aquí en el planeta tierra. El cultivo de plantas en los invernaderos por lo regular requiere menos materias primas que si son cultivadas en un medioambiente que no es controlado.
“Estaríamos bajo recursos restringidos cuando vayamos allá si logramos producir alimentos que puedan mantener a una persona viva, entonces podemos traer eso de vuelta al planeta Tierra para aplicarlo aquí”, agregó Giacomelli. “A medida que nuestros recursos son cada vez más escasos, la energía solar, la nutrición — los nutrientes para las plantas — podemos ser eficaces al usarlos y mantener nuestros sistemas de alimentación”.
Sistemas autónomos de cultivo de alimentos, tales como los que utilizarían en el hábitat de la película, se han utilizado en el planeta Tierra. De acuerdo con Giacomelly, los humanos siguen cosechando los cuerpos fructíferos como las fresas, los pepinos y los tomates. Los sistemas de cosecha robóticos son especializados en la cosecha de vegetales verdes, aún más que los seres humanos, que serían los que se cultivarían en Marte.
La hidroponía sería la mejor manera de hacer esto, según Giacomelli. Al usar un sistema basado únicamente en el agua eliminaría las posibilidades de algo nocivo al cultivo de las plantas en la tierra de Marte.
Evidencia concreta del agua líquida fue encontrada por Alfred McEwen, un científico planetario de la Universidad de Arizona y su equipo, en flujos estacionales sin embargo, el agua es sumamente salada y no sería muy agradable para el crecimiento de las plantas. Según McEwen, el agua tendría que venir de los depósitos de hielo que son muy comunes en Marte, pero el agua está mucho más cerca de la superficie que se representa en la película.
“Matt Damon no tenía que explotarse a sí mismo para obtener agua, aunque eso la hace una película muy buena”, agregó McEwen refiriéndose a la escena donde un hombre que está atrapado en Marte usa explosivos para acceder el agua hecha hielo bajo la superficie. De acuerdo con McEwen, el hielo estaría menos de unos cuantos pies debajo de la superficie en la mayoría de los lugares y sería fácil de escavar.
Según el panel, la tecnología existe hoy en día para establecer lo que sería un hábitat pequeño que funcionara en Marte que pudiera sustentar vida. El proceso fundamental se ha demostrado. El problema más grande es el psicológico, tras pasar seis meses viajando a un planeta nuevo sin garantizar un viaje de regreso es difícil de comprender.
“Los desafíos reales son los del lado biológico”, dijo Wolfgang Fink, quien estudia la exploración autónoma robótica espacial en la Universidad de Arizona. El asegura que las dosis de radiación que el protagonista hubiera sido expuesto hubieran resultado fatal. Los efectos de esas cantidades de dosis de radiación no se han estudiado por completo.
“El cáncer es uno de los efectos de radiación al igual que los principios de demencia”, indicó McEwen. “Las condiciones de Marte hacen que Antártica se vea como un lugar de vacaciones maravilloso”.
Actualmente, la mejor solución de lidiar con la radiación fuera de nuestra atmosfera sería crear un hábitat debajo de la superficie o en un tubo de lava con el fin de usar la superficie del planeta como un escudo.
“La razón de ir ahí es caminar alrededor, ver cosas y encontrar cosas”, dijo Gene Giacomelli, el director del Centro Agrícola del Medioambiente Controlado en la Universidad de Arizona. “Si tienes que vivir en un tubo de lava todo el tiempo no es tan emocionante, pero vivirás más”.
Cuando se les preguntó que si les gustaría vivir en el gran planeta rojo, los tres científicos tímidamente dijeron que no lo harían y que se lo dejarían a una generación más joven.
“Las personas son viajeros, sólo quieren explorar”, mencionó Giacomelli. “Yo probablemente sería un cordero de ovejas en el norte de Italia ahora mismo si la gente no explorara”.
Tanner Clinch es un reportero para Arizona Sonora News, un servicio de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Arizona. Para ponerse en contacto con el envíe un mensaje a su correo electrónico: tclinch1@email.arizona.edu
Traducido por Hiriana N. Gallegos / Editado por Lizeth Castellanos