Warren Ballpark fue nombrado para el más famoso borracho de Bisbee. George Warren era un hombre que apostó el equivalente de $20 millones hoy en día, que él le ganaría a un caballo en una carrera a pie. Los resultados no terminaron a su favor.
El campo lleva su nombre porque fue una figura importante en la industria minera y fue conocido como el “Padre del Campo Minero”. A pesar que se le conoce hoy como el mayor borracho del pueblo, fue un ícono.
El parque fue construido más de 100 años atrás, en 1909, y es más viejo que Wrigley Field, Fenway Park y cualquier otro campo de liga mayor en los Estados Unidos. Hoy en día, es hogar de los Pumas de Bisbee, el equipo de la preparatoria de Bisbee.
Para llegar a Warren Ballpark, uno debe manejar por el Antiguo Bisbee. Con tan sólo mirarlo, no parece que tenga algo en especial. El campo está cercado y desde afuera se ve como si pudiera ser una penitenciaría, pero la estatua de bates de béisbol “Warren Ballpark 1909” deja en claro que no lo es. Su pasado está lleno de historias de antisindicales, apuestas y partidos.
“Hay algo majestuoso cuando entras caminando. No lo puedo explicar. Es un sentimiento que me da cada vez que entro” , dijo el entrenador de béisbol de Bisbee, Mike Frosco, de 72 años de edad, y quien jugó para el equipo de la preparatoria de 1958 a 1961.
En los 43 años que ha sido el entrenador principal, él se asegura de que todos sus jugadores entiendan lo que el campo significa para Bisbee. Él dijo que los exjugadores todavía vienen a visitar para ver los partidos y mantenerse al tanto del equipo.
A pesar de que el campo se usa para partidos de la preparatoria en el siglo 21, no ha cambiado casi nada – incluso los baños públicos.
“Las porristas [de equipo de fútbol americano de la preparatoria] de Tombstone vinieron y preguntaron que dónde estaba el baño, y les dije, ‘Está debajo de las gradas y que no se espanten, chicas’”, dijo Mike Anderson, un historiador y miembro fundador de Friends of Warren Park.
El baño de las mujeres tiene sólo un compartimiento blanco de madera con inodoro y un lavamanos. El piso está corroído y la tubería se ve horrible debajo del lavamanos. El baño público de los hombres tiene un urinario y un compartimiento con inodoro pero ni siquiera tiene un lavamanos. Hay un destapador de caño abajo del urinario que contribuye a la sensación antihigiénica general del baño.
Anderson dijo que los baños fueron considerados lo más moderno a mediados durante los años treinta, cuando se construyeron después de más de 20 años de la existencia del parque, y siguen allí desde entonces.
Las gradas del parque de béisbol están del mismo tamaño que en 1909 pero fueron reconstruidas por la Administración del Trabajo en Progreso (Works Progress Administration) del Presidente Franklin D. Roosevelt.
Al principio de los 1900s, Bisbee era una revoltura de nacionalidades. Los irlandeses, los ingleses, los escoceses, los serbios, y los croatas inmigraron hacia allí.
“En aquel tiempo podías caminar por las calles de Bisbee y escuchar cualquier dialecto, cualquier acento de Europa. Simplemente un increíble crisol cultural”, dijo Anderson.
Había ligas de criquet, fútbol y rugby durante el invierno y ligas de fútbol americano y béisbol en primavera, verano y otoño.
“Obviamente los irlandeses no jugaban con los ingleses”, dijo Anderson debido al Rebelión Irlandesa. Él agregó que los Caballeros de Colón (Knights of Columbus), el equipo irlandés de rugby, juagaba con un “odio puro”.
Entre 1910-1920 fue cuando la población de Bisbee estuvo en su punto más alto, de acuerdo con Anderson había 20,000 habitantes por la necesidad de trabajo manual. Era un pueblo minero de cobre y la oportunidad de trabajo era extremadamente prevalente.
“Las compañías de cobre controlaban el estado. Eran dueños del gobernador, eran dueños de la legislatura, eran dueños del periódico Arizona Daily Star”, dijo Anderson.
Una población grande y una economía establecida la hizo una ciudad ideal para que los dueños trajeran a sus equipos a jugar. Esto empezó a volverse un éxito, y fue cuando los dueños movieron a sus equipos al oeste y ciudades por todo el país hacían ofertas para los equipos que jugaran allí.
Bisbee era el lugar perfecto para que los equipos jugaran porque los pueblos mineros tenían una cantidad abundante de aficionados de deportes.
Después de cumplir cuatro años, el primer partido de primera liga se jugó en Warren Ballpark entre los New York Giants y los Chicago White Sox el 7 de noviembre 1913.
Durante la temporada de descanso, los beisbolistas profesionales no tenían fuente de ingreso. El dinero que los dueños, gerentes, entrenadores y jugadores ganaban era de ventas de boletos y de cualquier cosa que se vendiera en el estadio, que era mayormente cerveza.
Los campeones de la Liga Nacional de 1918, los Chicago Cubs vinieron a jugar a Warren Ballpark un año después y luego su equipo afiliado de liga menor jugó allí en las décadas de los años 20 y 30. El béisbol prohibido, para jugadores que fueron excluidos del béisbol profesional, siguieron esta ruta.
Jugadores como Chick Handel, Buck Weaver y Lefty Williams fueron contratados por compañías de cobre para que jugaran béisbol prohibido, lo cual incluía apuestas altas en los partidos.
Durante este tiempo, apostadores que arriesgaban mucho dinero llegaban al campo y se acercaban a los jugadores a ofrecerles dinero para que perdieran el partido.
“Apostar era muy popular en los campos de béisbol. Salarios bajos, gerentes que no les importaba para nada sus jugadores, y apuestas. Combina a todos esos factores y obtienes una gran, gran receta de mierda”, dijo Anderson.
Kenesaw Mountain Landis, el comisionado de béisbol en los años 20, se enteró de lo que pasaba con la liga y se horrorizó. Abordó a las compañías de cobre y ordenó que eliminaran las ligas prohibidas. Landis pronto se dio cuenta de que no tenía voz en esta parte del país. Las compañías de cobre regían.
Finalmente, Landis llegó a un acuerdo con las compañías de cobre y estableció la liga Arizona-Texas en 1928, la cual duró 30 años. Lo que pudo haber sido el evento más importante que ocurrió en Warren Park no tuvo nada que ver con los deportes, pero tuvo todo que ver con los derechos de los trabajadores y la gestión corrupta.
En 1917, durante la Primera Guerra Mundial, la minería era una industria gigante para el esfuerzo bélico. El ejercito necesitaba cobre, latón, alambre y otros suministros.
Debido a la alta demanda, las ganancias y las horas de trabajo aumentaban pero los salarios seguían igual. Los mineros eran parte de la unión, Trabajadores Industriales del Mundo (Industrial Workers of the World), y procedieron a hacer una huelga y se negaron a trabajar.
La demanda para los productos de mina seguía alta entonces la administración y todos en contra de la huelga formaron un grupo de 2,000 personas que fueron de puerta en puerta y sacaron a cada huelguista de su casa en medio de la noche el 12 de julio, 1917.
“Sin orden de cateo, sin mandato judicial, sin orden de alejamiento, sin orden judicial alguna. Sin proceso legal”, dijo Anderson.
Los huelguistas marcharon al campo a punta de pistola. Cientos de hombres con rifles aseguraron que los huelguistas no escaparan y una ametralladora vigilaba al otro lado de calle donde ahora está el Ayuntamiento (City Hall). Había otra ametralladora en la parte trasera del vehículo del sheriff.
De los 1,500 huelguitas, 1,182 se negaron a regresar a trabajar. Esos hombres fueron obligados a subirse en
vagones de ganado en el Ferrocarril El Paso y Suroeste (El Paso and Southwestern Railroad) que corría por detrás del estadio.
“Ellos dijeron, ‘Bueno hijos de perra, métanse por esas puertas laterales de Pullman [vagones de ganado]”, dijo Anderson.
Esos hombres fueron llevados al puesto militar en Columbus, Nuevo México, pero el ejercito se negó a tomar custodia de ellos, entonces el tren los dejó en Hermanas, Nuevo
México, de acuerdo con la Exhibición Electrónica de la Universidad de Arizona (University of Arizona’s Web Exhibit) sobre La Deportación de Bisbee de 1917 (The Bisbee Deportation of 1917).
“Nunca sabré como pudo pasar en un país civilizado”, dijo Fred Watson, uno de los hombres que fue deportado ese día, quien fue entrevistado 60 años después como parte del proyecto.
De acuerdo con la misma exhibición, el grupo envió a 226 hombres con niños y 355 quienes se habían registrado para servir al país en el ejército.
La deportación consolidó a Warren Ballpark en la historia de Bisbee y sigue siendo una gran parte de la cultura del pueblo. La estética ha pasado por cambios mínimos, pero el parque seguirá haciendo un impacto en cada espectador y atleta que experimenta el estadio de béisbol profesional más antiguo del país.
“Este estadio de béisbol luce exactamente como en 1947 cuando el último partido de ligas menores se jugó aquí”, dijo Anderson. “Hay muchas historias fascinantes en este campo”.
Jake Cavanah es un reportero para Arizona Sonora News, un servicio de la Escuela de Periodismo en la Universidad de Arizona. Póngase en contacto con él en: jacobcavanah@email.arizona.edu.
Traducido por Andrea Castillo / Editado por Natasha Moushegian