Cada mañana Antonio Navarro y cinco otros taxistas se estacionan en la última cuadra, en la última calle saliendo de Arizona. Ahí, esperan a que crucen clientes desde México a
Douglas.
La última cuadra se encuentra directamente en frente de la estación de Aduanas Fronteriza de los EE.UU (U.S. Border Customs). Es una calle sola; el único movimiento que existe es un par de personas cruzando a Douglas o los que van en camino de regreso a México.
Navarro lleva casi 30 años trabajando en la industria del transporte en Douglas, lo que una vez fue un negocio próspero ha disminuido. Él cobra un precio mínimo de $5 – con eso los pasajeros llegan a los supermercados del área. En un día próspero se ganará máximo $100.
Ubicado a 118 millas al sureste de Tucson, Arizona, con una población cerca de 17,000, Douglas es el segundo puerto comercial más grande del estado, llevando a cabo más de $1 billones de comercio cada año.
La Administración de Servicios Generales (General Services Administration) calculó que aproximadamente 4,100 vehículos de operación privada, 3,600 peatones y 70 camionetas cruzaron a Douglas desde México diariamente en 2010.
Según un estudio conducido por la Universidad de Arizona, un 81 porciento de los residentes de Sonora que visitaron a los Estados Unidos venían con el propósito de ir de compras, en el 2008.
Uno de los destinos más populares para los mexicanos que visitan a Douglas es UETA. La primera tienda que pasan al llegar a los EE.UU., UETA es una tienda de viajes que es libre de impuestos.
Este sitio vende perfumes finos, vino y joyas vendidos principalmente para la exportación. Enrique Tapia, quien ha vivido en Douglas por más de 20 años, cree que el tránsito fronterizo no ha disminuido pero que el comercio sí. De vez en cuando ayuda a un amigo con la administración de una tienda de Boost Mobile en la última cuadra al lado de la frontera EE.UU.-
México y cree que las ventas han disminuido en los últimos años. Aunque los taxistas y los dueños de negocios pequeños no estarían de acuerdo, Luis Blanco; que lleva 6 meses trabajando por UETA cree que la clientela se divide entre los residentes de Douglas y los que están de visita de Sonora.
Aunque haya negocio en Douglas, el pueblo ha visto una disminución constante de la población durante los últimos 4 años. Mucha de la población Latina/Hispana que reside en Douglas migró a los Estados Unidos desde México, ciudades de Sonora tales como Agua Prieta, Nacozari, Cananea y Esqueda.
Como una relación simbiótica, muchos de los residentes de Douglas iban a trabajar en Agua Prieta, un pueblo fronterizo mexicano con una población de más de 100,000. Agua Prieta era la sede de más de 34 plantas industriales, mejor conocidas como maquiladoras. Ahora, sólo permanecen 20 maquiladoras.
Con este descenso de maquiladoras, las oportunidades de empleo también han disminuido. La población en Douglas iba hacia el crecimiento; en el 2010 la población estaba en 17,378 pero según el Departamento del Censo de los EE.UU. (U.S. Census Bureau), bajó a 16,953 en el 2013 y un aumento de población no es probable.
Las Perspectivas Económicas de Douglas (Douglas Economic Outlook) para el 2014 confirman un aumento de empleo anual de -3.5 por ciento para el Condado de Cochise. Como resultado, Douglas tiene una pérdida neta de 325 oportunidades de empleo.
La última cuadra antes de la frontera ha tenido mejores días. Con la pérdida de oportunidades de empleo, los residentes han decidido migrar a ciudades más grandes. Muchos de los residentes jóvenes de Douglas se han ido en busca de oportunidades mejores en ciudades cercanas tales como Tucson y Phoenix.
Una de esas ex-residentes es Roxana Bustamante, de 22 años, que decidió irse de Douglas para dedicarse a sus ambiciones profesionales en Tucson, Arizona.
“Las personas que salen de Douglas normalmente no regresan”, dijo Bustamante.
Linda Padilla es reportera para Arizona Sonora News, un servicio del Colegio de Periodismo de laUniversidad de Arizona. Póngase en contacto con ella por lindabpadilla@email.arizona.edu
Traducido por Natasha Moushegian/Editado por Mariah Swickard
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