Niños bilingües no reciben terapia del habla

Marian se toma un descanso para posar para la cámara después de leer un libro de princesas de Disney. “A ella le gusta que le tomen fotos,” dijo su maestra Lourdes Garino-Martinez.
Marian se toma un descanso para posar para la cámara después de leer un libro de princesas de Disney. “A ella le gusta que le tomen fotos,” dijo su maestra Lourdes Garino-Martinez.

Marian Cuiltre es una pequeña de 8 años con autismo. Ella no puede pronunciar el sonido de la ‘s’ para decir “si”, por lo que a menudo responde con su propia versión, utilizando una ‘s’ labiodental (pronunciación de la ‘c’ y ‘z’ en España).  Marian tiene el potencial para hablar de una manera más completa, pero ha estado en lista de espera para ser asignada una terapista del habla por ya más de tres años.

Arizona no es la excepción en la escasez de patólogos del habla y lenguaje en el país, y el sur de Arizona, con un alto porcentaje de familias de habla hispana sufre aún más, ya que muy pocos del número limitado de patólogos del habla y del lenguaje están entrenados en la terapia del habla bilingüe.

Por lo tanto, muchos de los niños de habla hispana o que son bilingües no están recibiendo la terapia del habla que necesitan.

“Estos niños están en la lista de espera por años”, dice Lea Cuzner, una patóloga del habla y del lenguaje bilingüe que trabaja para Child Language Center (Centro de lenguaje para niños). “Si necesitan un especialista, la espera es aún mayor”.

María Olivares, Madre de Marian, lo sabe de primera mano. “Es frustrante y triste porque sé que no somos las únicas”, ella dijo.

Sólo en Tucson, hay 265,000 personas que hablan más de un idioma en casa, de las cuales sólo la mitad de los cuales “hablan inglés muy bien”, según un estudio realizado por el Centro Hispano Pew.

Los efectos de no recibir servicios del habla siendo niño puede tener un impacto de larga duración, incluyendo la disminución de la interacción social y el bajo rendimiento académico, dijo Jeffery Meeks, presidente de la Arizona Speech-Language-Hearing Association (Asociación Estadounidense para el Habla, el Lenguaje y la Audición).

“No hay suficientes personas que entran en este campo de estudio”, dijo. “Necesitamos más para servir a nuestros niños”.

Arizona tiene una más severa escasez de patólogos del habla y lenguaje bilingües que otros estados debido a su falta de programas educativos en la especialidad, dijo Meeks.

El único programa de terapia del lenguaje bilingüe en el estado se ofrece por medio de la Universidad de Arizona. El programa de certificación de 11 créditos se hizo disponible a los estudiantes al inicio del año escolar 2013-2014.

Es importante que patólogos del habla entrenados trabajen con niños bilingües, ya que sin el conjunto de esos conocimientos especializados, los terapistas usualmente optan por no diagnosticar a los niños bilingües en absoluto, porque se sienten “incomodos” haciéndolo, dijo Leah Fabiano-Smith, líder del programa de terapia del lenguaje bilingüe en la UA.

“Al final sólo se puede terminar con una representación insuficiente hacia los bilingües que reciben servicios de terapia del habla”, dijo Fabiano-Smith.

Sólo hay alrededor de 30 terapeutas del habla bilingües en todo el Condado de Pima, dijo. Esto se atribuye en parte al hecho de que la patología del habla y lenguaje bilingüe es una especialidad relativamente nueva, que se remonta sólo a 1990, agregó.

De esos treinta, sólo un porcentaje es pagado por el gobierno para trabajar con los pacientes como Marian que provienen de familias de bajos ingresos.

La División Incapacidades del Desarrollo (DDD, por sus siglas en inglés) es un organismo gubernamental encargado de financiar los servicios de terapia para las familias de bajos ingresos. Ofrece servicios de terapia del habla gratuita para todos los niños de hasta 3 años de edad con discapacidades del habla.

Para la mayoría de los niños, este tipo de intervención temprana es suficiente para corregir un problema del lenguaje. Los niños que provienen de familias de bajos ingresos que tienen trastornos del habla más graves pueden volver a solicitar servicios adicionales financiados por la DDD, que fue precisamente lo que hizo la madre de Marian.

Un terapeuta pagado por DDD visitó a Marian mensualmente hasta que cumplió 6 años, que es la edad en la cual DDD deja de pagar por las visitas a domicilio, dijo Olivares.

“Parece que a medida que nuestros niños van creciendo, el interés en ayudarles disminuye”, dijo Olivares. “Ellos te dejan sola a tu suerte”.

Aunque Marian ya no está recibiendo servicios del habla a través de DDD, ella no tiene tan mala suerte después de todo. El sistema escolar público debe proporcionar servicios de terapia del habla para los niños que los necesiten.

Sin embargo, dado al gran número de niños que necesitan de estos servicios, sólo ve a su terapista una vez a la semana.

“Tiene que tomarse turnos con los otros niños”, dice Olivares.

Para niños como Marian que tienen trastornos del habla más graves, una terapia una vez a la semana no es suficiente para conseguir que ellos hablen, dijo Lourdes Garino-Martínez, una de las profesoras de necesidades especiales de Marian que también es bilingüe.

Pagar por estos servicios no es una opción asequible para muchas familias.

La tasa promedio por hora para un patólogo del habla y lenguaje en Arizona es de $32.74, según el Departamento de Trabajo de Estados Unidos.

Olivares ha solicitado varios programas reducidos en Tucson, incluyendo uno que ofrece el departamento de terapia pediátrica del Centro Médico de Tucson. Simplemente le dijeron que allí no había “más espacio” para Marian.

Incapaz de pagar un terapista privado, Olivares dijo que se ha quedado sin opciones y no sabe ya dónde más buscar.

“Como padres siempre tratamos de hacer lo mejor para nuestros hijos”, dijo Olivares, “pero en ocasiones no sabemos qué hacer. “

 

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