Los activistas luchan contra los estigmas de la lactancia materna

Una madre lactando a su bebé. Fotografía de:freedigitalphotos.net
Una madre lactando a su bebé. Fotografía de:freedigitalphotos.net

En el corazón de una tierra vaquera, Renee Cooper ha estado detrás de una misión durante 22 años. Cooper, directora del Programa de Mujeres y Niños en el Condado Cochise y coordinadora de la lactancia materna, está determinada a ofrecerle el apoyo y la educación necesaria a la madres sobre la lactancia materna. Como jefa del Grupo Operativo de Lactancia Materna en el Condado Cochise (CCBF, por sus siglas en ingles), ella comienza a cambiar la percepción pública sobre la lactancia materna para garantizar la seguridad de las madres que la practican.

Hace diez años en Arizona, una madre que amamantaba en público podía ser acusada de exponerse indecentemente y era obligada a registrarse como agresora sexual. Esta ley ha cambiado; sin embargo, alrededor de la nación las madres aún son rechazadas por restaurantes los cuales les piden que lacten en baños y las avergüenzan en público si no se cubren, comenta Kathleen Kendall-Tackett, una investigadora y editora de Clinical Lactation, la revista en los Estados Unidos de consulta sobre lactancia.

Otras culturas occidentales ven la lactancia materna como algo normal. ¿Entonces por qué muchos americanos se indignan con la lactancia materna en público?

Kendall- Tackett dice que la historia del estigma americano respecto a este tema es muy profunda.

En la cultura popular de los Estados Unidos los pechos de una mujer son bastantes venerados. Debido a que están bastante relacionados con el erotismo, los pechos raramente se ven como una fuente esencial de vida y por lo tanto pueden verse como algo ‘indecente’

aunque sirvan para alimentar a un niño, comentó Cooper.

Cooper argumenta que la existencia de este estigma es culpa de las compañías. Desde hace mucho tiempo, las compañías de fórmula láctea han tenido una posición establecida respecto a la conciencia cultural americana. Estas compañías producen anuncios en los cuales presentan a la fórmula láctea como una mejor opción para los bebés en comparación a la leche materna. Cooper dice que estas compañías también consiguen que doctores y científicos recomienden ciertas fórmulas lácteas.

Se cree que las madres que lactan optan por un estilo de vida antiguo y con menos beneficios para sus hijos, comenta Kendall- Tackett.

Cooper dice que la fórmula que las compañías crean imitan a la leche materna. Ella y otras personas citan estudios científicos que demuestran que la leche materna se adapta a la salud de cada bebé. A medida que los niños crecen, la leche también cambia para adaptarse a los cambios del cuerpo del niño, mientras que la fórmula sólo ofrece un enfoque uniforme.

Las iniciativas de lactancia materna están surgiendo a nivel nacional para así educar al público sobre este tema.

El cirujano general de los Estados Unidos hace un llamado para que haya un incremento de las tasas de lactancia prolongada del 43 hasta el 61 por ciento para el 2020.

Cooper dice que mientras que de un 97 a 98 por ciento de mujeres pueden practicar la lactancia materna, el 34 por ciento de las madres en el Programa de Mujeres y Niños del Condado Cochise, el cual es un programa federal que ofrece ayuda a las madres de bajos recursos, optan por la lactancia materna hasta cierto grado. El 40 por ciento de estas madres sólo practican la lactancia.

Cooper comenta que una gran parte de la misión del programa CCBF es enseñarles no solamente sobre los beneficios de la lactancia materna respecto a la salud, sino también mostrarles cómo hacerlo.

T.J. Marsh es la cofundadora de Mama’s Latte, un servicio de apoyo a domicilio para madres que practican la lactancia materna en Tucson. Ella les ayuda a las madres a crear un plan para integrar la lactancia materna a sus vidas, ya sea en público o en el trabajo.

Bajo ley federal, los empleadores deben ofrecer descansos y un lugar seguro para que las madres que trabajan puedan lactar. Los empleadores no pueden discriminar a las trabajadoras que están practicando la lactancia materna. Existen pruebas que indican que la lactancia materna es algo bueno para las compañías.

Los defensores de la lactancia materna señalan a pruebas por parte del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos que indican que las mujeres que lactan son más económicas para las empresas. Ellas toman menos tiempo de descanso para cuidar a sus niños cuando se enferman, para ir al doctor o para llevar a sus hijos al doctor y por lo tanto reducen los costos del cuidado de salud y crean mayores grados de retención porque son más fieles a las empresas que apoyan sus esfuerzos respecto a la lactancia materna.

Cooper comenta que si más empresas crean un ambiente de apoyo para la lactancia materna ayudará a influenciar las decisiones de las mujeres para practicar la lactancia. Si más mujeres practican la lactancia, convertirá a los Estados Unidos en una ‘sociedad de lactancia’ en lugar de una ‘sociedad de fórmula’.

Una institución que lo hace es el Centro de Cuidado Infantil de Shepher Fold, que recientemente fue reconocido por el CCBF por ser el primer centro de cuidado infantil certificado para la lactancia materna en el Condado Cochise. La acreditación se enfoca en incrementar el apoyo para las mamás que practican la lactancia materna fuera de sus hogares.

Marsh destaca que cada mamá es la que sabe si es mejor lactar o no. Ninguna madre debería sentirse presionada por otros para tomar esta decisión, comentó Marsh.

Kendall-Tackett cree en un enfoque diferente. Ella dice que el elegir lactar no se trata tanto sobre el estilo de vida si no sobre la salud. Las mujeres que sienten que la lactancia materna requiere mucho tiempo o que es limitante a sus roles como madres, no entienden el punto central: el ser padre en sí, requiere tiempo. La lactancia materna no solamente se trata del bebé sino que también se trata de ayudar a la madre.

Ella menciona estudios que demuestran que las mamás que lactan duermen mejor, sufren menos de estrés, de depresión o muestran niveles más bajos de abuso infantil.

Tanto Cooper y Kendall-Tackett creen que para poder romper el estigma social, los americanos tienen que aceptar los métodos discretos de lactar en público para así eventualmente manifestar la lactancia. Aun así, es cuestión de las madres. Cooper está segura que “una mamá a la vez” eventualmente tendrá un gran impacto en la cultura de la lactancia materna en los Estados Unidos.

 

Cali Nash es una reportera para Arizona Sonora News, un servicio de la Facultad de Periodismo de la Universidad de Arizona. La puede contactar en Cnash@email.arizona.edu.

Translated by Maritza Flores Campuzano

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